Presidiendo la imponente plaza de Vázquez de Molina, nos encontramos a la Sacra Capilla del Salvador del Mundo. Esta capilla es quizás el monumento más emblemático de Úbeda y también el más complicado en cuanto a su arquitectura. Perteneciente al Renacimiento español, fue mandado construir por Francisco de los Cobos, el que fuera secretario personal de Carlos V. Esta capilla, destinada a ser panteón, formaba parte de un extenso programa artístico del que formaban parte su palacio, una Universidad y un Hospital. El proyecto inicial fue encargado a Diego de Siloé en 1536 y su construcción corrió a cargo de Andrés de Vandelvira a partir de 1540. Esta capilla fue el proyecto más ambicioso de toda la arquitectura religiosa privada del Renacimiento español y hoy por hoy podemos decir, sin temor a equivocarnos, que es el símbolo más conocido de nuestra ciudad.

DESCRIPCIÓN

Como ya hemos dicho más arriba, es un templo funerario con una compleja decoración escultórica de emblemas y escudos nobiliarios en la fachada principal y en el interior, que contrasta con la austeridad del palacio del cual es capilla. Uno de los rasgos más interesantes de la decoración arquitectónica de esta Capilla es el uso de la figura humana en función de miembro arquitectónico: cariátides, atlantes, hermas, etc. Estas figuraciones estaban de moda en la arquitectura francesa de la época.

En la fachada principal se representan los escudos de los Cobos y los Mendoza. «María Hurtado de Mendoza fue la esposa de Francisco de los Cobos y la continuadora de la empresa cuando de los Cobos falleció». La puerta principal está planteada como arco de Triunfo y tiene representados en el intradós una serie de dioses clásicos, tales como Eolo, Neptuno, Vulcano, Anteo, Diana, Mercurio, Venus, Febo, Marte, Júpiter y Saturno. El friso está decorado con escenas del éxodo. En el segundo cuerpo aparecen referencias a los trabajos de Hércules y en el punto central un relieve de la Transfiguración de Jesús en el monte Tabor. En el tercer cuerpo tenemos un ventanal de medio punto rematado con un frontón triangular. El Salvador tiene dos portadas más: la norte, que está dedicada a Santiago, y la portada sur, dedicada a la Caridad. Cuenta con una sola torre rematada en forma de cebolla, al estilo centroeuropeo.

INTERIORES Y RESTAURACIÓN

El interior fue diseñado en su mayor parte por Diego de Siloé, con una gran rotonda y una nave añadida, quedando la rotonda para los nobles y la nave para el pueblo. El altar mayor está presidido por un retablo de madera de Alonso Berruguete que representaba la transfiguración. Fue quemado por los milicianos en la Guerra Civil y solo se conserva el Cristo Central.

La restauración corrió a cargo de Juan Luis Vassallo. El templo, en su momento, alojó un repertorio de esculturas de mucho valor que fueron regaladas al fundador o adquiridas por el mismo; como por ejemplo, un cáliz de oro regalo de Carlos V o un crucifijo de marfil del siglo XVI; pero la pieza más comentada del conjunto es la estatua en mármol de San Juanito, atribuida a Miguel Ángel. Fue dañada en 1936 y los fragmentos conservados fueron enviados por la casa de Medinaceli a Florencia en 1995 para intentar su restauración. La escultura restaurada se expuso en Italia y en el 2015 en el Prado en Madrid. La reja que separa la rotonda y la nave es de Francisco de Villalpando, fundida en 1555 con dos tramos y tres cuerpos, el central más elevado y esbelto. La bóveda central está sostenida por columnas corintias adosadas y su decoración es más sobria que el resto de la Capilla.

La sacristía está considerada como una de las obras más importantes del Renacimiento español, con una rica decoración escultórica que simboliza vicios y virtudes, de Esteban Jamete sobre un diseño realizado por Vandelvira, precedente del que luego realizaría en la Catedral de Jaén. El entablamento está sostenido por cariátides que a su vez descansan en cabezas humanas. En la sacristía hay restos de tablas de coro alto, sillerías de coro bajo, orfebrería de gran valor artístico y algunas pinturas de distintas escuelas. Destacamos su originalísima puerta realizada en una esquina, siendo esta una de las soluciones más bellas y atrevidas de Vandelvira.

HISTORIA Y ACTUALIDAD

En cuanto a su historia, este templo, como ya hemos dicho más arriba, fue concebido como panteón de la familia de los Cobos y Capilla privada del Palacio del mismo nombre, estando unidos Palacio y Capilla por un bello patio interior sencillo y acogedor. La Capilla fue seriamente dañada en la Guerra Civil, tanto en su exterior como en su interior. Su finísima reja fue desmontada, el altar mayor casi destruido, muchas obras de arte desaparecieron y una de sus capillas fue destinada a la cocina de los milicianos. Tanto esta capilla como su palacio a medio reformar pertenecen a la Fundación Medinaceli. Gracias a un acuerdo con el Ayuntamiento de Úbeda, esta capilla privada está destinada a diversos usos para Úbeda y sus ciudadanos.

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